Reseña histórica de la comida rápida
Todo
comenzó en la Segunda Guerra Mundial cuando el Ejército de Estados Unidos se
vio ante el dilema de alimentar a cientos de miles de soldados tres veces al
día y en condiciones miserables, muchas veces bajo el fuego enemigo. ¿Cómo
preparar una comida que aguante en el tiempo, se mantenga fresca y sea
apetitosa? Fue allí que los cráneos del Pentágono comenzaron a experimentar con
ingredientes extras y aditivos, no solo en los platos sino también en la carne
vacuna y en los pollos.
Este
proceso de elaboración en cadena y en grandes cantidades terminó produciendo
las primeras comidas ‘procesadas’, que incluían aditivos químicos e
ingredientes que permitían la durabilidad de la comida como así también un
sabor adictivo, profundizado por el agregado de grandes cantidades de sal,
azúcar y aceite, ingredientes todos que si bien le añaden sabor a la comida,
son altamente dañinos para la salud si se consumen sin moderación.
La consigna era alimentar a las tropas con
este procesamiento industrial que asegurara la continuidad de la cadena alimenticia
a la vez que provocara el efecto ‘Coca Cola’ entre los soldados, aquel que es
insaciable.
De
repente, las hamburguesas dejaron de ser lo que eran y comenzaron a llegar
congeladas, con abundante dosis de sal y aditivos químicos para resaltar su sabor
y mantener su ‘frescura.’ Lo mismo ocurrió con el pollo, tan central en la
dieta gringa. Y con el resto de las comidas. El sistema era barato, eficiente y
sabroso, lo que no necesariamente quiere decir saludable.
Tras
el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 quedó un vacío con este inmenso
‘aparato industrial’ de confección de comidas procesadas. Hasta que a un par de
empresarios se les ocurrió extenderlo a la vida civil y promocionar estos
productos, elaborados en fábricas, en los supermercados. Fue así que comenzaron
a verse en las góndolas comidas en caja, a las cuales solo había que añadirles
agua.
Paradójicamente,
el florecimiento del feminismo en la década del setenta trajo como resultado el
surgimiento de las comidas `procesadas’ y le dio un empujón a las cadenas de
restaurantes de comidas rápidas ya que la mujer se unía a la fuerza laboral a
la par del hombre, abandonando la cocina, el bastión femenino de la década del
sesenta.
Las
cadenas vieron en el feminismo una oportunidad para expandir sus negocios y
echaron mano de la publicidad para atraer consumidores. Muchos recuerdan la
publicidad de Kentucky Fried Chicken bajo el lema ‘Nosotros también somos
feministas’, con la foto de varias patas y pechugas de pollo frito rebosando un
‘bucket’ con el tradicional logo de la empresa.
McDonald’s,
Burger King, Wendy’s, Popeye’s, Arby´s, Pizza Hutt y tantas otras empresas de
comida procesada comenzaron a ser parte del paisaje urbano norteamericano que
recibió con los brazos abiertos a estos verdaderos generadores de ‘chatarra’
para la salud.
Hoy,
se está dando un giro en la manera en cómo el público ve a estos restaurantes y
a este tipo de comida. Es que el mejor acceso a las fuentes de información ha
dejado al desnudo lo tóxico de estas comidas, sin olvidar el flagelo de la
obesidad que acosa al país entero, donde el 33% de la población es obesa,
producto del consumo masivo de estas comidas ‘procesadas’. Hoy, las cadenas de
comida chatarra están incluyendo más frutas y verduras en su menú.
Actualmente,
la producción de alimentos atraviesa un proceso de transición acelerado y creo
que esto es grave porque se da una industrialización de la producción agraria a
costa de un notable sacrificio de la calidad nutricional y biológica de los
alimentos. Y están siendo reemplazados por productos que son, básicamente,
almidones de poco valor y que vienen acompañados de los tres nutrientes sobre
los que la Organización Mundial de la Salud advierte que producen la mayoría de
enfermedades: azúcar, grasa y sal.
VENTAJAS
DE COMER COMIDA RÁPIDA
Entre
las mayores ventajas que aporta el consumo de comida rápida está el ahorro de
tiempo, ya que al comer en un restaurante fast food no se tiene que cocinar,
además muchos de estos restaurantes ofrecen la posibilidad de llevar la comida
al propio domicilio, por lo que la comodidad se incrementa.
Otra
de sus ventajas es el precio, ya que muchas veces se pueden adquirir menús
completos de comida rápida por precios muy asequibles y económicos.
Seguir
una dieta equilibrada y sana también es posible con las comidas rápidas, ya que
se ofrecen multitud de platos diferentes, como ensaladas, pescados o platos
100% veganos.
DESVENTAJAS
DE COMER COMIDA RÁPIDA
El
mayor problema que puede surgir al consumir habitualmente comida rápida es que
influya en la salud a corto y a largo plazo. Hay muchas enfermedades asociadas
a las comidas rápidas altamente calóricas, como las enfermedades
cardiovasculares o la obesidad.
Los
menús de las cadenas de comida rápida suelen ser muy calóricos y por norma
general van acompañados de bebidas con alto contenido de azúcares y exceso de
grasas.
Además,
aunque pueda parecer cómodo pedir comida a domicilio porque se espera que la
entrega sea rápida, en muchas ocasiones, debido al tráfico de la ciudad o al
exceso de pedidos del restaurante, la comida llega tarde.
EFECTOS
DE LA COMIDA RÁPIDA EN EL ORGANISMO
Según investigaciones se han detectado varias
enfermedades causadas por el consumo de comida chatarra; entre las principales
se encuentran:
Enfermedades del corazón. Es
una de las afecciones más comunes a causa del consumo de comida rápida. Grandes
cantidades de grasa corporal suelen dar lugar a mayores niveles de colesterol
LDL y niveles bajos de HDL. Ambos factores pueden aumentar el riesgo de
enfermedades cardiacas, una de las principales causas de muerte en el mundo.
Diabetes. Una
de las enfermedades relacionadas con la obesidad es la diabetes. Quien padece
de esta afección no puede producir suficiente insulina para que los azúcares se
conviertan en energía, debido al mal funcionamiento del páncreas. El azúcar que
no es transformada termina flotando en la sangre y provoca daños severos al
cuerpo.
Dislipidemia.
Son un conjunto de patologías caracterizadas por altercaciones en la
concentración de lípidos sanguíneos en niveles que involucran un riesgo a la
salud, informa la Asociación de Sociedades Científicas. Esta afección está
relacionada con el consumo de comida chatarra, ya que se produce cuando los
niveles de colesterol "malo" (LDL) y los triglicéridos son
anormalmente altos. La mayoría de los médicos atribuyen directamente su
desarrollo al aumento de peso.
Síndrome
de Ovario Poliquístico. Las mujeres que tienen sobrepeso tienen
un riesgo mayor de desarrollar este trastorno, que es una de las principales causas
de infertilidad en las mujeres que se encuentren en edad reproductiva. Esta
afección hace que los ciclos menstruales sean irregulares y que aumente el
crecimiento de vello. Además, la enfermedad se asocia con resistencia a la
insulina, lo que significa que también es un factor en el desarrollo de la
diabetes en las mujeres.
Apnea
del sueño. Algunas personas con problemas de peso atribuyen su
falta de energía a su tamaño, pero muchos de ellos en realidad tienen un
trastorno conocido como apnea del sueño. Esta enfermedad se relaciona, entre
otras, con la obesidad; y se caracteriza por dejar de respirar mientras se
duerme. Esa perturbación del sueño no permite un descanso reparador.
Artritis.
Aunque la relación entre obesidad y artritis no es muy clara, existe una
correlación significativa entre niveles de ácido úrico y peso corporal. Además,
el aumento de peso agrega una carga traumática a las articulaciones que
soportan el peso del cuerpo.
Enfermedad
de Blount. La obesidad es especialmente peligrosa para los niños en
crecimiento. Esta enfermedad es una condición que se desarrolla cuando mucho
peso se coloca en el crecimiento de huesos en la mitad inferior del cuerpo.
Este peso extra puede causar un crecimiento que es anormal.
Problemas
respiratorios. Así como el sobrepeso pone más tensión en
el corazón, también hace que los pulmones trabajen más para obtener más oxígeno
del necesario. Niveles de colesterol malo elevados complican que el oxígeno
pueda desplazarse fácilmente por el organismo. Las personas con obesidad
también pueden presentar asma.
Daño
hepático. A veces, el cuerpo tiene problemas para digerir los alimentos
grasos; como resultado, la grasa se puede acumular alrededor del hígado. Esta
condición puede terminar causando cicatrices y la inflamación del órgano, así
como daños permanentes al mismo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario